SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO
UNIDAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
INFORMACIÓN DE PRENSA 208/95
México, D.F., 14 de diciembre de 1995.
Con la revisión hoy por parte del Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional del cumplimiento de las metas acordadas por México ante ese organismo financiero internacional, y ante la solicitud presentada por las autoridades mexicanas en la Carta de Intención que con fecha 5 de los corrientes enviaron el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz, y el Gobernador del Banco de México, Miguel Mancera, el día de hoy se autorizó un nuevo giro por 1,104.06 millones de DEG, aproximadamente 1,635 millones de dólares, monto que con fecha 20 de diciembre ingresarán a las cuentas del Banco de México.
Este giro forma parte del Crédito Contingente aprobado por el FMI el primero de febrero de 1995 por un monto de 12,070.2 millones de DEG (aproximadamente 17, 800 millones de dólares) del que a la fecha se han recibido 7,654 millones de DEG (alrededor de 11,480 millones de dólares).
Así, la tarde de hoy un portavoz del Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional señaló que "El Directorio Ejecutivo del FMI examinó hoy los resultados obtenidos por México en el marco de Acuerdo de derecho de giro en vigor y dio su respaldo al programa económico para 1996. Durante el último año, México ha logrado importantes avances en la corrección de los desequilibrios fundamentales que precipitaron la crisis económica, logrando un pequeño superávit en las cuentas fiscales y manteniendo los agregados monetarios dentro de las metas previstas. El programa para 1996 se encamina a lograr la reactivación económica y a reducir significativamente la inflación durante el año, basándose en el mantenimiento de una disciplina sólida que refleje la restricción monetaria y el logro del equilibrio fiscal. Al mismo tiempo se intensificarán las reformas estructurales, entre las que se incluyen la modificación del sistema de seguridad social que acaba de aprobarse. Dados los resultados obtenidos últimamente en México y el programa económico previsto para 1996, se encuentra ahora a disposición de México un nuevo giro de DEG 1,104 millones (unos US $ 1600 millones en el marco del acuerdo de derecho de giro vigente".
(Se anexa copia de la carta de Intención)
México, D.F., diciembre 5 de 1995
SR. MICHEL CAMDESSUS
Director Gerente
Fondo Monetario Internacional
Washington, D.C. 20431
Estimado Sr. Camdessus:
- De conformidad con los compromisos incluidos en nuestra carta carta de enero 26 de 1995 solicitando un acuerdo de crédito contingente del Fondo por 18 meses, el Gobierno de México y el Banco de México presentan en el memorándum de Políticas Económicas anexo los avances del programa a la fecha, y describen el programa económico para 1996.
- Las políticas económicas de México se han mantenido acordes con los objetivos del programa. Los desembolsos del Fondo de Estabilización Cambiaria (FEC), menores a lo esperado en el tercer trimestre, se compensaron con préstamos obtenidos en los mercados internacionales y todas las metas del programa para septiembre se cumplieron. Durante el cuarto trimestre es poco probable que se realicen desembolsos adicionales del FEC, por lo cual México sigue intentando obtener financiamiento en el exterior. Sin embargo, dadas las condiciones desfavorables que normalmente se observan en los mercados financieros internacionales a finales de año, no hay seguridad de obtener a tiempo los recursos requeridos. En estas circunstancias, y a pesar de que México ha fortalecido aún más sus políticas, podrían registrarse desviaciones respecto a las metas de reservas internacionales netas y de crédito interno neto del Banco de México para diciembre. Se espera que se cumplan todas las otras metas del programa para fines del presente año.
- El Gobierno y el Banco de México consideran que las políticas descritas en el memorándum de Políticas Económicas son las adecuadas para alcanzar los objetivos del programa para 1996. No obstante, en caso necesario, se adoptarán las medidas adicionales que resulten apropiadas para este propósito.
- Los mercados cambiario y financiero mostraron cierta inestabilidad en semanas recientes; sin embargo, consideramos que el programa económico descrito por el Memorándum, junto con el respaldo continuo del Fondo, deberán contribuir a recuperar la estabilidad. Bajo estas circunstancias, procederemos a solicitar el próximo desembolso programado bajo el acuerdo de crédito contingente con el Fondo. El Gobierno y el Banco de México reiteran su intención de no efectuar algunos desembolsos subsecuentes del Fondo si la situación económica se estabiliza, y de realizar pagos anticipados al Fondo si el fortalecimiento de las reservas lo permite.
Atentamente,
Guillermo Ortiz Martínez
SHCP
Anexo: Memorándum de Políticas Económicas
México. Memorándum de Políticas Económicas
- A fines de 1994, México enfrentó una severa crisis económica, en el contexto de eventos exógenos adversos, caracterizada por un importante déficit en la cuenta corriente, turbulencia en el mercado cambiario, una pesada carga de la deuda del sector público de corto plazo vinculada al dólar y reservas internacionales en niveles muy bajos. estos factores contribuyeron a deteriorar la confianza de los inversionistas y condujeron a salidas de capitales, una fuerte depreciación del peso y un aumento en las tasas de interés internas. Con la adopción de un progrma económico integral y un paquete de apoyo financiero significativo, principalmente de los Estados Unidos y de organismos financieros internacionales, incluyendo al Fondo, México logró superar la mayoría de stos problemas y al mismo tiempo fortalecer las bases de la economía.
- Durante 1995, la cuenta corriente registra un virtual equilibrio a diferencia de un déficit de 8 por ciento del PIB en 1994; el acervo de deuda interna de corto plazo denominada en dólares se redujo en más de 95 por ciento, las reservas internacionales aumentaron significativamente. La adopción de políticas monetaria y fiscal prudentes permitió reducir la inflación de 5 por ciento mensual en el primer semestre a alrededor del 2 por ciento mensual en el tercer trimestre de 1995. Para todo el año se proyecta que la inflación sea de alrededor de 51 por ciento. El producto interno bruto real disminuyó en alrededor de 7 por ciento en los primeros tres trimestres del presente año comparado con el mismo periodo de 1994, esperándose una recuperación en el último trimestre. Así, para todo el año, la disminución en el PIB real se proyecta sea de alrededor del 6 por cierto.
- Durante varios meses (de marzo a septiembre) hubo una mejoría en las expectativas de los inversionistas, la cual se reflejó en una disminución de las tasas de interés, una apreciación del peso, cierta recuperación en las entradas de capital privado y un retorno gradual en los mercados internacionales de capital. Sin embargo, desde principios de octubre y hasta mediados de noviembre, México enfrentó severas presiones en los mercados financieros, registrándose una fuerte depreciación del peso y la duplicación de las tasas de interés de corto plazo. Estas presiones no corresponden a los fundamentos económicos actuales en México, que son más fuertes que a principios del año, y más bien parecen estar relacionadas con preocupaciones de los inversionistas sobre las perspectivas de recuperación económica, la salud del sistema bancario y los ajustes de cartera de los inversionistas institucionales que se presentan hacia finales de año. Para enfrentar estas presiones, el Gobierno reforzó las políticas monetaria y fiscal, permitiendo alzas en las tasas de interés e interviniendo muy selectivamente en el mercado cambiario para reducir la volatilidad del tipo de cambio. Al mismo tiempo, el Gobierno ha formulado un programa para 1996, que busca promover una pronta recuperación de la actividad económica cuidando que no resurja la inflación o se pierdan los avances en la reducción del déficit en la cuenta corriente.
- Las políticas económicas en México han continuado acordes con los objetivos del programa y todas las metas para fines de septiembre se cumplieron, algunas con márgenes considerables. Desde septiembre se observa una reducción de los ingresos del sector público debido a la fuerte contracción de la economía, en particular de la demanda interna. Sin embargo, dicha caída de los ingresos ha sido compensada por una restricción de los gastos, lo cual deberá permitir el cumplimiento de las metas fiscales de diciembre. No obstante, la inestabilidad actual en los mercados financieros, junto con la situación de los mercados internacionales de capital en el cuarto trimestre, han afectado los esfuerzos de México para obtener nuevos financiamientos que compensen los menores desembolsos del Fondo de Estabilización Cambiaria con respecto a los considerados en el programa. Como resultado, a pesar del fortalecimiento de las políticas mencionado anteriormente, las metas para diciembre de las reservas internacionales netas y de crédito interno neto del Banco de México pudierna no alcanzarse.
- Las autoridades consideran que una vez que se alivien las presiones especulativas en los mercados financieros, las condiciones para la recuperación económica serán propicias.
Se ha corregido el desequilibrio externo, principalmente a través de un fuerte incremento de las exportaciones; el servicio de la deuda externa de México para el año entrante se ha reducido significativamente comparado con 1995, y ya no representa un problema. Además se iniciaron varias reformas estructurales importantes en 1995 que empezarán a dar resultados el próximo año. El riesgo de uncolapso del sistema bancario se ha reducido sustancialmente y los diversos esquemas de saneamiento financiero que se han diseñado contribuirán a disminuir la carga excesiva de la deuda del sector privado e incrementar la disponibilidad de recursos para nuevos préstamos.
- El programa para 1996 se basa en los acuerdos establecidos en la Alianza para la Recuperación Económica firmada por los sectores obrero, campesino y empresarial, el Gobierno y el Banco de México. Los objetivos del programaron los de alcanzar una recuperación de la actividad económica y una importante reducción de la inflación en 1996, al mismo tiempo que se sientan las bases para un crecimiento económico sostenido en el mediano plazo en el contexto de una inflación baja. La Alianza incorpora un paquete de incentivos fiscales y medidas adicionales para reducir las reglamentaciones a las empresas, con el fin de fomentar la inversión privada y el empleo; ajustes en los precios del sector público para mantenerlos en niveles adecuados en términos reales; y aumentos en los salarios mínimos que ayuden a evitar una reducción adicional en los salarios reales de los grupos de ingresos más bajos. Los salarios mínimos aumentaron 10 por ciento en diciembre de 1995 y se ajustarán en un porcentaje similar en abril de 1996. La Alianza también incluye políticas monetaria y fiscal conduncentes a alcanzar la estabilidad económica, en el contexto de un régimen cambiario de flotación, y reformas estructurales diseñadas para elevar el ahorro nacional y mejorar la productividad en el mediano plazo. Los programas de asistencia a los grupos más desprotegidos se expandirán y, en caso necesario, se reforzará el apoyo gubernamental al sistema bancario.
- Entre los principales objetivos macroeconómicos para 1996 se incluyen el crecimiento del PIB real de alrededor del 3 por ciento y la reducción de la inflación a cerca del 20 por ciento. Se espera que el dinamismo de las exportaciones y una recuperación modesta de la demanda interna impulsen el aumento en el PIB real. El incremento esperado en el ingresos y el empleo, la disminución de las tasas de interés y la reducción en la carga de la deuda de las familias, como resultado del esquema de apoyo a los pequeños deudores en el marco del Acuerdo de Apoyo Inmediato a los Deudores (ADE), deberán reactivar el consumo privado. El alivio a los elevados niveles de endeudamiento de las empresas, menores tasas de interés, y el paquete de incentivos fiscales acordado deberán también promover un aumento de la inversión.
- Durante 1996, la recuperación esperada de la demanda interna propiciará un aumento de las importaciones, después de una reducción estimada de 9 por ciento en 1995. Sin embargo, con el fuerte crecimiento de las exportaciones, que se estima será alrededor de 19 por ciento, el déficit de la cuenta corriente se situará en menos del 1 por ciento del PIB, un modesto nivel que se podrá financiar fácilmente.
- El presupuesto de 1996 contempla un superávit primario del 4 por ciento del PIB y un presupuesto equilibrado del sector público no-financiero (excluyendo los ingresos por privatización y las transferencias para cubrir los subsidios de intereses bajo el programa ADE). Se estima que los ingresos del sectopr público caerán en 1.2 puntos porcentuales del PIB, debido al impacto de las medidas de alivio en la carga tributaria (0.5 por ciento del PIB), menores ingresos petroleros (0.2 por ciento del PIB) y una reducción en los superávit de las empresas públicas. Los gastos del sector público disminuirán en 0.6 por ciento del PIB, reflejando una reducción en los gastos corrientes primarios de 0.2 por ciento del PIB, menores pagos de intereses de 0.5 por ciento del PIB, y un pequeño incremento en los gastos de inversión de 0.1 por ciento del PIB.
- El paquete de incentivos fiscales incluye exenciones temporales del impuesto al activo para las empresas pequeñas; alicientes a las empresas para que elven el empleo o la inversión respecto de sus niveles de 1995 mediante devoluciones temporales de impuestos; incentivos especiales para la compra de automóviles nuevos; y la simplificación del régimen tributario para las empresas pequeñas. La disminución esperada de los ingresos petroleros resulta de la reducción prevista en los precios internacionales del petróleo, la cual excede el efecto del incremento programado de los precios de la gasolina; la disminución en los superávit de las empresas públicas refleja principalmente ajustes en precios y tarifas menores que el aumento del PIB nominal.
- Se estima que el gasto primario corriente disminuirá en 0.2 por ciento del PIB en 1996, debido a una reducción, en términos del PIB, en el gasto de bienes y servicios. En el caso de la inversión, el aumento se dirigió sobre todo a atender las áreas de infraestructura, educación, salud, energía y el medio ambiente.
- En 1996, se fortalecerán los programas de asistencia a los grupos más desprotegidos. Los programas de apoyo a la agricultura, principalmente PROCAMPO, serán reforzados y se ampliarán los de capacitación para trabajadores desempleados. En 1996, continuará el programa especial de uso intensivo de mano de obra para la conservación de caminos rurales que se inició en 1995. Adicionalmente, el gobierno introducirá un paquete básico de salud, dirigido a aquellos sectores de la población que no están inscritos en los programas de segurida social. El gobierno reitera su intención de descentralizar dos terceras partes del gasto de desarrollo social, transfiriendo el control de dicho gasto a los gobiernos estatales y municipales.
- Los ingresos por privatización, que se espera sean del orden de 8 mil millones de nuevos pesos (0.4 por ciento del PIB), se utilizarán para ayudar a sufragar el costo fiscal de los programas de apoyo al sistema bancario, para el saneamiento financiero de la red de autopistas concesionadas y para proveer capital semilla para un fondo de financiamiento a la infraestructura. Se espera que este fondo empiece su operación en el segundo semestre de 1996.
- Congruente con la recuperación económica, el objetivo principal de la política monetaria en 1996 será reducir la inflación en el marco de un régimen de tipo de cambio flotante. El programa monetario también se orientará a incrementar las reservas internacionales netas. El crédito interno neto del Banco de México será el ancla nominal del programa. Así el crecimiento de la oferta de base monetaria será acorde con el aumento esperado en la demanda de ésta. Esto último es reflejo de la recuperación económica prevista y de la disminución esperada en las tasas de interés. Si el incremento en la demanda de base monetaria fuera menor que el esperado, el Banco de México mantendría el aumento en el crédito interno neto por debajo del nivel programado para asegurar la consecución del objetivo de fortalecer las reservas internacionales netas. En el manejo de la política monetaria, el Banco de México pondrá especial atención a diversos indicadores económicos y financieros, particularmente las tasas de interés, los precios y el tipo de cambio. Se continuará efectuando el control monetario a través de operaciones de mercado abierto y de subastas de crédito.
- El ajuste de la economía mexicana a la drástica caída del financiamiento externo se logró en su mayor parte en 1995, y el Gobierno no contempla una necesidad de financiamiento excepcional adicional en 1996. El programa de endeudamiento del sector público prevé un incremento en el endeudamiento externo neto de 4,400 millones de dólares por concepto de endeudamiento en los mercados internacionales, de los cuales 400 millones de dólares se obtendrán de organismos financieros internacionales; 600 millones bajo acuerdos bilaterales y 3,400 millones de dólares por concepto de endeudamiento en los mercados internacionales de capitales para consolidar el regreso pleno de México a dichos mercados.
- Si bien los diferentes esquemas de apoyo introducidos desde principios de 1995 han evitado un colapso del sistema bancario, la pronunciada recesión económica condujo a un incremento de la cartera vencida de los bancos comerciales hasta el mes de agosto. La introducción de un esquema para ayudar a los pequeños deudores y la reducción de las tasas de interés permitieron una ligera mejoría en muchos de los indicadores bancarios en el mes de septiembre. Sin embargo, la volatilidad reciente de los mercados financiero y cambiario revirtió dicha tendencia y nuevamente ha evidenciado la fragilidad del sistema bancario. El gobierno planea expandir su programa de capitalización de los bancos mediante la compra, a través de FOBAPROA, de cartera vencida a valor de mercado y ha iniciado un programa para reestructurar los préstamos vencidos en dólares en el marco del esquema de las UDI‹s. Se espera que la recuperación de la actividad económica y la estabilización de los mercados financieros durante 1996 permitan una mejoría significativa en la salud del sistema bancario. Sin embargo, si la recuperación se atrasa o si las tasas de interés disminuyen más lentamente de lo programado, las autoridades considerarán apoyos adicionales a los bancos evaluando caso por caso. Ello, sujeto a las salvaguardas necesarias para evitar generar incentivos perversos.
- Durante 1995, el flujo de crédito neto de los bancos de desarrollo fue negativo debido a una menor demanda de crédito, a dificultades para obtener financiamiento externo y a los problemas que enfrenta el sistema bancario, a través del cual se canaliza una parte significativa de los créditos. El programa para 1996 prevé un incremento en dicho crédito de alrededor de 45 mi millones de nuevos pesos, dirigido sobre todo al sector exportador y al agrícola. La expansión en el crédito será financiada principalmente con el crédito externo y vía la colocación de valores en el mercado interno.
- Las autoridades están comprometidas a mantener un régimen de tipo de cambio flotante, sin controles cambiarios. La estabilidad en el tipo de cambio se procurará mediante el manejo de las políticas financieras. Sin embargo, el Banco de México estará atento a intervenir en el mercado cambiario para moderar la volatilidad en el tipo de cambio y para acumular reservas.
- En relación a las reformas estructurales, el gobierno acelerará reformas reglamentarias y legales pendientes y los procedimientos administrativos necesarios para completar la desreglamentación de las frecuencias de los satélites y la generación de la electricidad y la privatización del sector petroquímico. La privatización del sistema ferroviario y de los puertos y aeropuertos está en marcha y deberá terminarse en el primer semestre de 1996. A principios de noviembre se envió al Congreso de la Unión una ley para reformar los sistemas de pensiones y de salud. De aprobarse las reformas propuestas, los benficios de las pensiones estarán relacionados con las contribuciones individuales y la adminstración de los fondos de pensiones se trasladaría al sector privado. Se propone que el nuevo esquema entre en operación a principios de 1997, y se espera que resulte en la profundización de la intermediación financiera y que contribuya a un incremento en el ahorro interno.
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