INFORMACIÓN DE PRENSA 85/95
México, D.F., 20 de abril de 1995.
Los intermediarios financieros no bancarios son una fuente importante para la reestructuración del aparato productivo. Así, además de buscar y proponer mecanismos que propicien el ahorro y promuevan la liquidez en el sistema financiero, debemos también identificar las potencialidades de estos intermediarios para estrechar su vinculación con el sector real de la economía, al procurar multiplicar el financiamiento a un mayor n£mero de unidades productivas, particularmente a aquellas pequeñas y medianas, y a más regiones de nuestro país.
Así lo señaló el licenciado Guillermo Prieto Treviño, director general de Seguros y Valores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al inaugurar hoy el Foro de Consulta Popular titulado "La Contribución de la Intermediación Financiera No Bancaria al Ahorro y al Desarrollo Nacional".
En su conjunto, añadió Prieto Treviño, los intermediarios no bancarios han sido objeto de importantes transformaciones en los últimos años consistentes, en esencia, en una mayor desregulación, en el mejoramiento de su supervisión y vigilancia, con rientación prudencial y de administración de riesgos.
No obstante los importantes avances logrados al respecto, la coyuntura actual, enfatizó Prieto Treviño, y el sistema financiero que requerimos en el futuro para retomar el crecimiento económico, presenta retos significativos. Esta responsabilidad debe ser compartida ya que la situación por la que atraviesa el país requiere de un alto nivel de participación de los diferentes sectores de la sociedad.
Este Foro, estuvo dividido en tres temas: 1) Sector Asegurador y Afianzador; 2) Sector Bursátil, y 3) Sector de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito.
En el primer tema, el presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), C.P. José Luis Llamosas, expresó que los beneficios que brinda el seguro, tanto a la sociedad como a la economía, son más amplios que la sola expresión de la protección en términos financieros, ya que la inducción de la población hacia hábitos de ahorro, previsión, conservación de bienes y seguridad en diversas actividades, se traducen, en última instancia, en una sociedad más eficiente a través del principio de solidaridad, eje motriz de la actividad aseguradora.
Los recursos que capta el sector asegurador, aseveró Llamosas, se utilizan para apoyar el proceso de desarrollo, por ello, en lo concerniente a las reservas técnicas y su origen de inversión se buscar que el mejor uso de las mismas redunde en beneficio del asegurado, estimule el ahorro a largo plazo y oriente mayores volúmenes financieros a las actividades prioritarias del país.
En el segundo tema, el licenciado Bernardo González Aréchiga, director general adjunto de la Bolsa Mexicana de Valores, indicó que las políticas y estrategias macroeconómicas para el conjunto del sector financiero mexicano de los sectores públicos privado, debe plantearse como objetivos generales: 1) Fomentar la generación de ahorro interno; 2) Canalización eficiente del ahorro a proyectos de rentables de inversión; 3) Financiar ágilmente las actividades económicas que lo requieren y, 4) Regreso de capitales y retención en el país del ahorro interno.
Sobre el punto 3, González Aréchiga destacó que las políticas del sector privado deberán orientarse a: Operar el mercado accionario intermedio; fomentar el listado en Bolsa de acciones y deuda, simplificando trámites y reduciendo costos; crear mecanismos adicionales de financiamiento de capital de riesgo; promover las SINCAS (Sociedades de Inversión de Capitales); crear la infraestructura para la operación de créditos de margen y, participar en el crecimiento de las cajas de ahorro.
Respecto al punto 4, González Aréchiga enfatizó que las políticas y estrategias del sector público deberán enfocarse a: reducir la percepción interna del riesgo país; diversificar los instrumentos de inversión disponibles; permitir la operación de instrumentos y productos derivados para control de riesgos y, continuar con el proyecto del timbre fiscal.
Por lo que toca al tercer tema, el C.P. Claudio C. de la Garza, presidente de la Confederación Nacional de Uniones de Crédito, A.C., consideró que las uniones de crédito deberán encaminarse a una reforma legislativa de fondo para transformarse en "Uniones de Fomento Económico", cuyos objetivos serán: unir y organizar al micro, pequeño y mediano empresario; otorgar a sus socios créditos suficientes y de bajo costo; interrelacionar a sus socios para que entre ellos mismos se complemente la cadena productivo-comercial; abatir costos a través de compras de escala y detectar oportunidades de exportación y promover misiones comerciales, entre otros objetivos.
Las propuestas de esta agrupación para lograr los objetivos propuestos, según el C.P. de la Garza son: 1) apoyo crediticio suficiente, oportuno y a bajo costo; 2) Suspensión temporal de reglas por parte de la Comisión Nacional Bancaria, referente a reservas preventivas y capitalización, así como de la aplicación de multas; 3) Replanteamiento de objetivos de las Uniones de Crédito, desde el punto de vista del marco legal; 4) Reabrir la posibilidad de financiamiento entre uniones de Crédito; 5) Que las uniones de crédito puedan operar con UDI's, y 6) Apoyo real de la banca de fomento.